Debido a la reciente noticia acontecida en Port Adriano, desde la Asociación de Navegantes ADN Mediterráneo queremos recordar algunas medidas esenciales para prevenir explosiones a bordo de embarcaciones con motor de gasolina.
Los barcos con motor de gasolina pueden ser peligrosos si no se manejan con cuidado, sobre todo en verano, cuando el calor aumenta el riesgo de que ocurra algún incidente. La reciente explosión en una lancha en Port Adriano, que ha dejado tres personas heridas, entre ellas un niño de ocho años. Situaciones como esta, nos recuerdan la importancia de revisar protocolos de seguridad y responsabilidad a bordo.
Las altas temperaturas provocan que la gasolina se evapore fácilmente, generando vapores tan inflamables como el butano. Basta una chispa del sistema de encendido para que se produzca una deflagración. Por eso, queremos insistir en varios puntos clave que no deben pasarse por alto:
1. Ventilar antes de arrancar:
Siempre, antes de poner en marcha el motor, es imprescindible abrir el compartimento del motor y ventilar durante al menos 2 o 3 minutos. Incluso en las primeras horas del día, los vapores pueden haberse acumulado peligrosamente.
2. Comprobar los ventiladores:
Activa los electroventiladores y asegúrate de que funcionan correctamente. Un fusible fundido o un mal contacto puede hacer que no arranquen, y su función es crítica para evacuar los gases acumulados.
3. Revisar posibles fugas:
Inspecciona periódicamente el motor y la línea de alimentación de combustible. Una simple gota de gasolina sobre un componente caliente puede generar una nube explosiva en segundos.
4. Conocer el tipo de motorización y sus riesgos:
Los motores intraborda de gasolina son especialmente vulnerables si no se opera con rigurosidad. A diferencia de los fueraborda, que sitúan el riesgo fuera del casco, en los intraborda cualquier fuga queda atrapada dentro del compartimento del motor.
5. Revisar el seguro de la embarcación:
Asegúrate de que tu póliza incluye coberturas fundamentales como la Remoción de Restos, el Salvamento Marítimo y, por supuesto, la Responsabilidad Civil. En caso de siniestro, no tener estos conceptos cubiertos puede traducirse en costes altísimos que deben asumir los propietarios.
Cuidar la seguridad a bordo es clave para poder disfrutar del mar con tranquilidad. Todos queremos que nuestras salidas en barco sean momentos de desconexión y disfrute, y por eso vale la pena pararse un momento a revisar algunas rutinas básicas. A veces, pequeños gestos marcan la diferencia.
Desde ADN Mediterráneo, enviamos un mensaje de apoyo a los heridos y a sus familias, y recordamos que la mejor herramienta para evitar desgracias es la prevención. Navegar con responsabilidad también es cuidar de los nuestros.